Una morsa en mi jardín
Cuando una morsa aterriza en el jardín de una plácida familia, es difícil conseguir que se sienta cómoda. Hay que alimentarla con montañas de peces y crustáceos y ponerle un nombre, buscarle un lugar donde bañarla, donde dormir… Pero los habitantes de la casa, ¿seguirán sintiéndose cómodos? Con grandes dosis de humor, ironía y desparpajo,…
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